Ojalá me hubieran dicho esto antes de empezar a tejer a crochet

Ojalá me hubieran dicho esto antes de empezar a tejer a crochet

Tejer a crochet parece fácil… hasta que lo intentas.
Aguja en mano, lazada, contar puntos, volver a empezar porque te saltaste uno… sí, al principio puede sentirse un poco abrumador.

Pero tranquila: no tienes que saberlo todo desde el primer día.
Esto es lo que me habría gustado saber cuando decidí aprender a tejer a crochet hace cuatro años.


🧵 Elige materiales que te ayuden, no que te frustren

Si estás empezando a tejer, lo más sabio es evitar los hilos delgaditos (aunque se vean lindos).
Empieza con hilos gruesos como chenille, trapillo, copito o amigurumi.
Son más fáciles de manejar, ver y corregir.

Yo empecé con hilo coral y aguja #1 de Macusa… dos meses para terminar mi primer proyecto. Error de novata.

Evita por ahora hilos como zedar o coral, que requieren más experiencia.


🪡 Usa agujas grandes y ergonómicas

Una buena aguja puede marcar la diferencia.
Para aprender a tejer, las agujas de 3 mm o más te facilitan el trabajo, y si son ergonómicas, mejor.
Tus manos lo van a agradecer.


📐 Practica tejer a crochet con piezas planas

Rectángulos, cuadrados, puntos básicos.
Puede parecer aburrido, pero es la mejor manera de ganar confianza y perfeccionar la técnica sin frustrarte con formas complejas.

Tejer a crochet también es entender que cada punto cuenta, y lo básico nunca está de más.


📔 Lleva un diario de tejidos

Apunta el tipo de hilo, número de aguja, referencia, marca y color.
Si en el futuro quieres repetir un proyecto, este pequeño hábito te va a salvar.

Además, guarda una muestra del tejido: verás cómo tu forma de tejer evoluciona con el tiempo.


🔁 Deshacer también es parte del proceso

Vas a equivocarte.
Vas a tener que deshacer filas enteras.

Y está bien.

Eso también es tejer a crochet: aprender a tener paciencia, a observar tu trabajo y mejorarlo con calma.


🌱 Si estás comenzando a tejer a crochet, recuerda esto:

No se trata de hacerlo perfecto desde el primer punto.
Se trata de disfrutar el proceso, aprender a tu ritmo y, sobre todo, no rendirte.


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